Hola, sé que vienes por ahí, lejos todavía, pero algún día llegarás. Tu aún no me conoces, pero yo a ti sí. Te he dibujado, imaginado y soñado miles de veces, y aún así me he equivocado en tu busqueda; pero sé que llegarás.
Y te tengo guardados algunos "consejos" para que no seas "una más". Contigo no me quiero equivocar.
Sé que eres perfeccionista, pero yo no. Yo te querré por tus defectos y sabré admirar tus virtudes.
No uses tanto maquillaje, eres lo suficientemente hermosa, no necesitas esconder tu belleza.
No me pidas que te acompañé a misa. Yo creeré en ti y mi único altar, estará entre tus piernas.
Sé que eres apasionada, tan apasionada como yo, por eso te pido, un poco de espacio, soy muy conservador con el tiempo de ver fútbol en la televisión, ir al estadio los domingos, o salir a jugar de vez en cuando. Claro, yo también respetaré tus pasiones.
Te dejaré ver tus novelas en paz, y hasta puedes pedirme compañía si así lo deseas, pero no me pidas que las vea contigo, puedo estar ahí contigo, pero seguramente estaré haciendo otras cosas (leyendo, abrazandote, dormido, etc.)
Yo a cambio te ofrezco acompañarte cada vez que quieras salir a pasear o a comprar ropa, cargaré tus bolsas sin quejarme, y hasta tu cartera si así lo deseas.
Puedes pedirme que me afeite cuando quieras, pues tu sabrás mejor que yo, hasta que punto me luce la barba.
No me celes de mis amigas y mucho menos de mis amigos, que son mis hermanos, recuerda que ellos me han cuidado todo este tiempo que he estado esperándote.
No te preocupes por comida, que yo sé cocinar para 2, 3 y hasta para 4. No soy hombre de restaurantes lujosos, ni vinos caros, pero sé a donde llevarte en ocasiones especiales.
No esperes regalos los días festivos (14/02; aniversario; etc.). Yo sabré darte sorpresas, sin esperar nada a cambio.
Sé que te gustan los dulces, el chocolate y el helado, tranquila, conmigo nunca te faltarán.
Tengo mis días bueno y mis días malos, como tú y como todo el mundo.
En tus días buenos estaré ahí para felicitarte, para alegrarme contigo y para que celebremos juntos.
En tus días malos también estaré ahí dándote mi apoyo (lo quieras o no), querré escuchar tus problemas, saber qué te pasa, y estaré dispuesto ayudarte en todo lo que sea preciso.
En mis días buenos querré que estés ahí, para compartir mis alegrías contigo.
En mis días malos querré hablar, no para que me des consejos (al menos que los necesite), ni para que me juzgues, sino para desahogarme, para que estés tranquila aunque me veas preocupado, quizás luego quiera estar solo, entonces dejame solo.
No me gustan las discotecas, trata de no invitarme, aunque si fuera una ocasión especial, sin duda te acompañaría. Pero prefiero los lugares tranquilos.
Debes estar siempre dispuesta a mis ideas de viaje, a mis salidas sorpresa, porque todo lo que invente, será pensando en lo que a ti te pueda gustar. Yo también, siempre estaré dispuesto a viajar contigo a donde quieras.
Amo la playa, nunca me rechaces una invitación a la playa (para mi, es como una ofensa)
Amaré estar solo contigo, no importa el lugar, no preciso estar rodeado de una multitud para pasarla bien. Aún así, te llevaré a los conciertos y presentaciones de tus artistas favoritos.
No me digas "mi amor" o "mi vida", no me digas como amarte, yo aprenderé solo, y siempre sabré cuando dar el siguiente paso. No te enamores de mi, porque nunca estarás segura de conocerme en verdad.
Y por último, no te pares de la cama antes de que me despierte, siempre serás lo primero que quiera ver al abrir los ojos.
P.D.: Sé que quizás te parezca exigente, pero poco a poco verás que, aunque sea muy reservado, también estoy dispuesto a dar lo mejor de mi, porque contigo...
Contigo no me quiero equivocar...