sábado, 12 de octubre de 2013

Y ella gritó: ¡Despierta!

¿De qué hablas cuando hablas?
Es posible que todo lo que digas esté premeditado
Que lo pienses incluso antes de pensarlo
E incluso, es posible que antes de pensar lo que estás pensando, ya lo hayas pensado sin querer.
¿Son nuestros actos, nuestras palabras y nuestros pensamientos preconcebidos sin nuestro consentimiento?
No existe la verdad absoluta.
Tú no tienes la razón, apenas una perspectiva, una visión, una ilusión.
¿Y si te dijera que todos somos una ilusión?
Que no existimos
Que eso que ves en el espejo es apenas lo que quieres ver.
Y que las personas que ves en la calle, son todos unos espejos.
Ellos no existen. Son apenas lo que tú imaginas que son.
Entonces, si tú y yo no existimos, ¿cómo es que pensamos?
¿Cómo es que escribimos?
¿Estaba ya esto escrito antes de que yo lo escribiera?
¿Y quién lo escribió antes de mí?
Otro espejo.
Otro reflejo.
Es posible.
Es posible que nuestro inconsciente viva más y mejor de lo que vivimos nosotros, que nos autoproclamamos conscientes.
Porque el inconsciente lo sabe todo.
Nosotros apenas desconocemos, ignoramos.
Y seguimos viéndonos en los espejos.
Y andamos en piloto automático.
Mientras nos van dictando desde otra dimensión de nuestro cerebro todo lo que debemos sentir, hacer, decir, pensar y escribir.
¿Pero qué son la conciencia y la inconsciencia?
¿En qué coordenadas cartesianas las ubicamos?
¿Son abscisas o son ordenadas?
¿Y cómo las ordenamos?
Nosotros no existiríamos sin ellas.
Y ellas, ¿quedarán después de nosotros?
¡Despierta!
(Pero no dejes de soñar, pues en sueños nos encontramos).





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