jueves, 19 de julio de 2012

Vacía

Sintió cómo explotaban esas chispas en su cerebro, como cotufas en un microondas. Un Big Bang interno, una implosión muy personal. Sintió cada hálito del espeso viento que se escurría por su garganta seca hasta llegar a sus desalmados pulmones, tan oscuros y vacíos. No tosió, no frunció el ceño. Saboreó el denso humo a la medida. Y hubo estallidos que se sentían como bombas nucleares. Se expandía la pólvora dentro de ella.

Ahora nada la detiene. Es inmensa, hermosa, vacía, como un museo de arte moderno. Congela todo a su alrededor. Su siniestra mirada y su cadavérica tez no dejan de llamar la atención. En sus dilatadas pupilas se reflejan las preguntas que tanto se hace: ¿Qué busco? ¿Hacia dónde voy?... Te busco a ti, a ti, a ti y a esa pareja de allá.

Siente la envidia y el temor. Siente el mareo, la opresión, el temblor. Los ruidos la apabullan y la hacen huir. Ella sólo quiere dormir. Está cansada y es hermosa, y es vacía... Vacía.






No hay comentarios:

Publicar un comentario