Buenos días,
Los que invitan a rezar.
Agonía,
Para quien no sabe hablar.
Se sentía,
La amargura en el paladar.
No sabía,
A quién había que adorar.
Construirían,
Mil templos hechos de cal
Gastarían,
Los ahorros de la humanidad.
Ganarían,
La fe de los incapaces de pensar.
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